A Bertha, originaria de Mexicali, le diagnosticaron cáncer de colon a los 73 años. Al poco tiempo la operaron en el IMSS para extirpar el tumor, aunque se encontraba alojado en una parte delicada y no pudieron quitarlo totalmente. Le dijeron que lo podrían atacar con radioterapias.
Pero sólo podían aplicarle ese tratamiento en Tijuana, lo que implicó más gastos para el viaje, cuenta Norma, su hija, quien pidió que sus nombres no fueran publicados porque actualmente trabaja en el IMSS y teme ser despedida al exponer su caso.
Después de las radioterapias, debía someterse a un tratamiento de quimioterapias, pero “le empezaron a decir que no había medicina, que su medicamento no estaba. Y sí, empecé a ver que los pacientes también decían ‘no hay, no hay para mi quimioterapia’. Había mucha gente que se quejaba”.
Después de cuatro meses de estar esperando, una compañera de trabajo le dijo que había una asociación de abogados que tramitan amparos para obtener los tratamientos que los hospitales les negaban.
Con esa esperanza, acudieron a Justicia vs Cáncer, una agrupación que reúne a 81 firmas legales y casi 300 abogados en todo el país trabajando pro bono, es decir, sin cobrar honorarios por esos trámites.
Interpusieron el recurso judicial y, aunque el juez falló a su favor, la clínica no le entregó el medicamento, con el mismo pretexto: no tenían y no podían conseguirlo.
Mientras tanto, le habían practicado una colostomía, se trata de una abertura en el abdomen para crear un conducto del intestino grueso hacia el exterior y drenar las heces en una bolsa. Sin embargo, cuenta Norma, el estado de su madre había empeorado.
“En ese lapso, el cáncer ya había avanzado. Avanzó mientras no le dieron la medicina. Mi mamá empezó a alucinar y gritaba toda la noche, yo no podía dormir tampoco. (Norma intenta seguir narrando, pero no aguanta el llanto al recordar). En su desesperación se le zafaba la bolsita y yo la limpiaba; y también eran gastos porque esas bolsitas no te las da el seguro, costaban 100 pesos cada una y usaba 3 diarias”.
A los siete meses, con un estado de salud más deteriorado, Bertha sufrió una caída y se fracturó la cadera. Nuevamente interpusieron amparo, porque Norma ya sabía de casos en los que hubo pacientes esperando fecha para cirugía durante un mes. La intervinieron y le pusieron una prótesis y durante su recuperación, según le informaron a su hija, la quimioterapia ya había llegado, pero no se la podían aplicar porque necesitaba cicatrizar la intervención.
La quimioterapia nunca llegó para Bertha. Murió en agosto de 2023 a causa del cáncer. Pasó ocho meses esperando tratamiento.
Como Bertha, al menos 35 pacientes del IMSS que tuvieron que tramitar un amparo para recibir atención médica fallecieron esperando la atención que demandaron por la vía judicial.
Animal Político solicitó postura al IMSS sobre esta situación, pero el área de comunicación social respondió que debía conocer cada uno de los casos en los que los derechohabientes tramitaron amparos para poder dar una respuesta puntual.
Víctima y trabajadora
Norma se quedó sola criando a su bebé y aún llorando la muerte de su madre. Las carencias no sólo las experimentó como la hija de una usuaria, sino también es testigo como trabajadora del IMSS.
“La gente se queja y muchas personas que trabajan allí reciben los gritos y desesperación de la gente, pero ellos no pueden realmente hacer nada. A veces los doctores dicen que ya no quieren trabajar en el Seguro porque dicen que cualquier cosa que pase pues les van a quitar su cédula”.
Norma explica que en la clínica donde trabaja solamente queda un oncólogo, un neurocirujano pediátrico y un ginecólogo. “Y la gente es la perjudicada. Llegan y me dicen’ señorita, tengo cáncer o tengo alguna enfermedad crónica y no me dan cita’. Yo les digo, es que solo hay un médico y ya tiene 100 pacientes, ¿cómo le hago señora? ¿qué hago?”.
Justicia vs el cáncer
Por eso, organizaciones como Justicia vs el cáncer ha sido una esperanza para que las instituciones de salud cumplan con su obligación de proveer los servicios que los enfermos requieren.
La organización ha interpuesto casi 300 amparos para lograr atención médica y otros 283 exclusivamente para defender a pacientes con cáncer a los que se les negó la atención en el actual sexenio.
Gracias a estos amparos, el Estado mexicano se vio obligado a desembolsar un aproximado de 93 millones de pesos en la subrogación de servicios y la compra urgente de medicamentos para cumplir el mandato de los jueces y, sobre todo, atender a los enfermos.
Sin embargo, aún con el fallo de un juez de por medio, 35 personas murieron mientras esperaban a que los servicios de salud públicos cumplieran con la atención médica que demandaron. Esto representa 11% del total de amparos interpuestos por la organización.
Se trata del peor escenario, justamente el que el Derecho trata de impedir y la razón del trabajo de estas centenas de abogados. “Son casos muy desafortunados en donde malamente llegamos a destiempo, aún con una promoción o una demanda de amparo recibida ante el juez de distrito, hemos tenido casos en donde no se alcanzó a llegar con el tratamiento al paciente”, lamenta María Fernanda Rizo, coordinadora nacional de Justicia vs Cáncer.
La organización ha detectado que esas fatales consecuencias se derivan de “peloteos administrativos entre las instituciones de salud pública para cumplimiento (de amparos). Este es uno de los obstáculos que hemos tenido el día de hoy, en donde vemos como las instituciones hacen lo posible para retardar el servicio médico que requiere o que demanda el paciente”, explica Rizo en entrevista con Animal Político.
¿Cómo generar una demanda de amparo?
Justicia vs Cáncer mantiene en su página de internet un formato para que cualquiera pueda generar su demanda de amparo.
Incluso hicieron un tutorial en video para que puedan seguir los pasos para armar el documento. Y si lo requieren, pueden tener atención personalizada de algún abogado que forme parte de la organización en su estado. Por Animal Político