Salamanca, Guanajuato, 17 de marzo de 2025
La violencia en Guanajuato escaló a un nuevo nivel trágico la noche del domingo, cuando un grupo armado irrumpió en la comunidad de San José de Mendoza, en Salamanca, y abrió fuego contra personas que se encontraban en una cancha de usos múltiples. El ataque dejó un saldo de siete personas muertas y al menos cinco heridas, incluyendo jóvenes y un menor de edad.
Según testigos, el ataque ocurrió alrededor de las 19:50 horas, cuando hombres armados descendieron de varias camionetas y comenzaron a disparar indiscriminadamente contra los presentes, muchos de ellos familias que disfrutaban de un momento de convivencia. Las autoridades encontraron 50 casquillos percutidos de fusiles de asalto tipo “Cuerno de Chivo” en el lugar.
Las víctimas fueron trasladadas a hospitales cercanos, donde tres de los heridos fallecieron, elevando el número total de muertos a siete. La Fiscalía General del Estado (FGE) no ha proporcionado detalles sobre la identidad de las víctimas ni posibles detenidos.
Este ataque se suma a la ola de violencia que azota a Guanajuato, entidad que lidera las cifras de homicidios en el país. En lo que va de 2025, se han registrado 13 masacres y más de 720 asesinatos, con un promedio de 12.5 homicidios diarios.
El alcalde de Salamanca, César Prieto, condenó el ataque y aseguró que no quedará impune. “No daremos un paso atrás en nuestra lucha por recuperar la paz en Salamanca”, afirmó en redes sociales. Prieto destacó la colaboración con la Sedena, fuerzas estatales y 900 efectivos de la Guardia Nacional enviados por la presidenta Claudia Sheinbaum.
Ante la crisis, se espera que el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, visite Guanajuato para evaluar estrategias de seguridad. Además, se planea una reunión entre autoridades locales y federales para definir nuevas acciones contra el crimen organizado.
Mientras tanto, organizaciones civiles y habitantes exigen mayor presencia policial y resultados concretos para frenar la violencia que mantiene en vilo a la población.