Las compras de último minuto se han disparado entre los usuarios estadounidenses de plataformas como Shein y Temu ante la inminente implementación de nuevos aranceles impulsados por el gobierno de Donald Trump. Consumidoras como Tamika Johnson, popular creadora de contenido en TikTok con más de 200.000 seguidores, han documentado su experiencia comprando con urgencia artículos de bajo costo antes del 2 de mayo, fecha en la que entrarán en vigor los nuevos cargos. El nerviosismo ha generado un auge de contenido en redes sociales como TikTok y Reddit, donde miles discuten estrategias para aprovechar los precios actuales antes del cambio.
La medida eliminará una exención comercial que permitía a las empresas chinas enviar productos de menos de 800 dólares directamente a consumidores estadounidenses sin pagar aranceles. A partir de mayo, esos envíos enfrentarán tasas de hasta el 120%, que subirán a 200 dólares por paquete en junio, dependiendo del servicio de mensajería. Esto afectará principalmente a Shein, Temu, AliExpress y vendedores de TikTok Shop. La incertidumbre sobre si los costos serán absorbidos por las empresas o transferidos al consumidor ha intensificado la preocupación.
Estas plataformas han ganado terreno como alternativas económicas frente a minoristas tradicionales como Walmart o Amazon, especialmente durante y después de la pandemia. Johnson, por ejemplo, ha sustituido muchas de sus compras cotidianas con pedidos en Shein, desde utensilios de cocina hasta artículos para el hogar. Ahora teme que los nuevos aranceles le obliguen a volver a las tiendas físicas y limitar sus compras. Otros creadores, como Korri Ray, han hecho llamados abiertos a “aprovechar” antes de que se cierren estas puertas al ahorro.
El impacto económico de la medida va más allá del consumidor individual. Analistas señalan que la presencia agresiva de estas empresas ha transformado el comercio minorista en EE.UU. con su combinación de bajos precios y marketing digital masivo. Temu, por ejemplo, planea facturar casi 20.000 millones de dólares este año, y ambas marcas han invertido fuertemente en publicidad, incluso en eventos como el Super Bowl. Un descenso en sus ventas podría repercutir también en la industria publicitaria estadounidense.
Las críticas no han faltado. Legisladores y defensores de la industria han denunciado prácticas laborales abusivas y competencia desleal por parte de estas empresas chinas. Aunque las compañías aseguran que están ajustando sus operaciones, sus modelos de negocio están bajo presión. Para muchos consumidores, sobre todo aquellos con menos recursos, el fin de esta exención representa una pérdida significativa de acceso a productos accesibles, lo que reabre el debate sobre quién paga realmente el precio de la política comercial.