Cabo San Lucas.- Durante la madrugada de este jueves 17 de diciembre en playas del Pacífico, bajo la protección de la Asociación Sudcaliforniana para la Protección del Medio Ambiente y la Tortuga Marina (Asupmatoma) se detectó un segundo nido de tortuga laúd de la temporada, informó la bióloga Graciela Tiburcio Pintos, de la Red de Protección a la Tortuga Marina.
La eclosión de otra nidada de tortuga Laúd fue reportada por parte de Asupmatoma, cabe señalar que esta asociación civil, fue la pionera en la protección de nidos de tortugas marinas en BCS, René Pinal y Don Manuel Orantes dieron inicio a los primeros esfuerzos de conservación de las especies de tortugas marinas anidaderas en la Playa de San Cristóbal, fundando Asupmatoma.
Derivado a que es una especie muy delicada y requiere un manejo especial, se trabajó en coordinación con la Red para Protección de la Tortuga Marina, para lo cual Pueblo Bonito a través del experto local Don Carlos Villalobos colectó el nido, el cual fue trasladado a la cámara de incubación del Hotel Hacienda operada por Omar Legaria y Manuel Solano. Día tras días, Omar Legaria se dedicó, a dar seguimiento y tomar las temperaturas, para mantener controlado, así como proporcionar el ambiente adecuado a la nidada dentro de la incubadora.
Finalmente, el día de ayer viernes 18 de febrero se llega al resultado final, con el nacimiento y la liberación de 13 crías al mar. Pareciera poco, pero cuando hablas de una especie tan delicada y en peligro crítico de extinción, cada tortuguita cuenta.
La Tortuga Laúd (Dermochelys coriacea), actualmente está considerada como especie en Peligro Crítico de Extinción.
La tortuga laúd es uno de los vertebrados más grandes y notables que habitan en los océanos del mundo. Localmente conocida como tortuga laúd, de canal, de cuero, tinglado, tinglar, galápago, machincuepo, siete filos, baúla, tora, de pellejo, Garapacho entre otros.
Es el único miembro de la familia Dermochelyidae, cuya existencia se remonta a más de 100 millones de años. Es la tortuga más grande del mundo, su concha alcanza más de 2 m de longitud y su peso corporal puede llegar hasta 800 kg en promedio. Sus hábitos son más pelágicos que la de cualquier otra especie de tortuga, y se alimenta de las abundantes medusas y otros organismos gelatinosos del mega plancton asociados con la capa de difusión profunda mar adentro. Su gran tamaño les proporciona una considerable inercia térmica que evita que se enfríen excesivamente o se sobrecalienten. Esta termorregulación, parecida a la de los organismos endotérmicos y conocida como “gigantotermia”, permite a las tortugas laudes acceder a recursos alimenticios de aguas frías que resultan inaccesibles para otras especies de tortugas.