Movimientos sociales y organizaciones de trabajadoras del hogar celebran este día 30 de marzo con la intención de poner en la agenda pública la discriminación sistémica que enfrentan y acabar con la precariedad.
En 1988, en Bogotá, Colombia, tuvo lugar el primer Congreso de Trabajadoras del Hogar, donde se conformó la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadoras del Hogar (CONLATRAHO), y se instituyó el 30 de marzo como Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, como fecha conmemorativa y de reivindicación de los derechos de este sector compuesto en su mayoría por mujeres indígenas o empobrecidas.
Esta celebración pone en el dominio público el reconocimiento del trabajo doméstico, tanto remunerado como no remunerado, sus aportes económicos y sociales a las naciones, así como las desigualdades en el acceso a derechos, que afectan principalmente a las mujeres por la desvalorización de dicho trabajo. La celebración tiene como objetivo llamar la atención sobre la indiferencia social.