Llegan cazahuracanes a la busca del ojo del huracán “Kay” en el Pacífico, con la finalidad de obtener reportes de la velocidad y dirección del viento, la presión atmosférica, la humedad y la temperatura del ciclón.
Cada año, México recibe la visita del avión cazahuracanes con el objetivo de promover actividades de difusión para la protección de la población antes, durante y después de la temporada de ciclones tropicales.
Esto forma parte del programa de colaboración conjunta entre la Comisión Nacional del Agua y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos de América a través del Centro Nacional de Huracanes.
Los aviones cazahuracanes son aeronaves del tipo WC-130J Hércules, que pertenecen al 53° Escuadrón de Reconocimiento Meteorológico de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos de América, y desde 1944 su misión es volar al interior de tormentas tropicales y huracanes.
Su objetivo es ingresar al ojo de los ciclones tropicales para recolectar información de sus bandas nubosas que permitirán, en tierra, calcular con mayor precisión su ubicación exacta, su posible trayectoria y la velocidad de sus vientos.
Para que un avión cazahuracanes vuele al interior de un ciclón, éste debe representar una amenaza real, es decir, que los modelos numéricos en tierra indiquen un inminente impacto o bien que sus bandas nubosas incrementen su fuerza intempestivamente y no de forma gradual, como normalmente sucede.
Para ingresar al ciclón, el piloto del cazahuracanes debe acompañar el movimiento de rotación del huracán, pero al revés, es decir, girar en el sentido de las manecillas del reloj cuando se trata de ciclones tropicales en el hemisferio Norte.
Ya en el ojo del huracán, el avión lanza sondas con sensores integrados que al penetrar sus bandas nubosas, van midiendo la velocidad y dirección del viento, la presión atmosférica, la humedad y la temperatura.