Un terremoto de magnitud 7.8 azotó el sureste de Turquía y Siria a primeras horas de este lunes, derribó cientos de edificios y mató a más de 2 mil 300 personas.
Se cree que aún quedan cientos de personas bajo los escombros, y la cifra de víctimas seguirá subiendo conforme los rescatistas buscaban entre los restos en ciudades y pueblos.
A ambos lados de la frontera, los temblores despertaron a la gente de golpe varias horas antes del amanecer y la hicieron salir a la calle en una noche fría de viento, lluvia y nieve. Docenas de edificios se derrumbaron en ciudades de toda la región fronteriza.
Un hospital se derrumbó en Turquía y los pacientes, incluidos recién nacidos, fueron evacuados de un puñado de centros en Siria.