Por Leticia Hernández Vera
San José del Cabo.-Al recibir la Presea Forjador del Año 2022 que otorga el Grupo Madrugadores de Los Cabos, Carlos Álvarez Gónzález, dio muestra de su sencillez y su gran calidad humana al referir que este mérito no es de él sino de su esposa, Diana, por lo que para él fue el premio Forjadores.
Don Carlos Álvarez, a los 18 años empieza su vida laboral adulta en la empresa Pavimentos S.A. de C.V., construyendo el borde de las vías del ferrocarril Chepe (Chihuahua-Pacífico), al cabo de unos años pasa a formar parte de la Compañía que se encargó de construir la Presa Miguel Hidalgo, cerca del Fuerte Sinaloa y posteriormente la Presa Josefa Ortíz de Domínguez, trabajos donde adquirió la pasión que tiene hasta hoy en día sobre presas, metros cúbicos y cuidado del agua.
Originario de El Fuerte Sinaloa, en 1964 contrajo matrimonio con Diana Meneses Serrano y tuvieron cinco hijos: Diana, Brenda, Thelma Carlos y Alex.
Al tomar la palabra tras recibir el galardón, Don Carlos refirió que no es de origen noble, nació en un pueblito, El Fuerte; a los 3 o 4 años empiezan sus recuerdos cuando se subió al tren de la vida.
“Yo no tuve la oportunidad de llegar a estudios altos, apenas pasé la primaria, quise entrar a la secundaria pero no había medios, pero eso nos dio la manera de que pudiéramos sobre la vida buscar otros horizontes y donde pudimos aprender de la universidad de la vida, pasando por construcción de ferrocarriles, presas, carreteras y eso me permitió mucho más conocimiento yo creo que mejor que haber pasado por una universidad”.
En marzo del 1973 viajó a La Paz a visitar a su hermano Alberto, quien lo invita a una comida a Cabo San Lucas y ahí se da cuenta que no había tortillas de maíz y es cuando inicia su negocio de tortillerías con una pequeña máquina que se trajo de Culiacán. Refiere que este 20 de marzo cumple 50 años de que conoció Cabo San Lucas, cuando el puerto tenía 2 mil habitantes y San José 5 mil; “en mi mente vi mucho futuro y empezaos desde abajo, no había capital para empezar ningún negocio, como me lo dijo un gran capitán, Carlos vete al sur ahí está tu hermano y que te apoye, van a hacer un acueducto, una marina, muchas obras, vende agua de coco, no lo eches a saco roto”.
Así fue como llegó y empezó el negocio de la tortillería y el próximo 15 de junio se cumplen ya 50 años de que abrió su negocio. Fue un aprendizaje constante que rindió frutos, porque vendía de todo, des de hielitos y luego empezó con las siembras, en 1995 entró al Grupo Madrugadores y ha sido un aprendizaje el tratar con grandes personalidades; lamentó que algunos de sus amigos se hayan ido quedando en el camino, uno de ellos forjadores, Eduardo Ruiz Castro.
Se considera un hombre de trabajo, sus hijos se fueron a estudiar fuera del estado pero ya regresaron y están trabajando en esta bella tierra, sus nietos volaron más lejos y están estudiando en el extranjero.
Durante la ceremonia, se proyectaron dos videos, uno sobre su trayectoria en la comunidad y otro sobre su aportación al medio ambiente, al sembrar 500 árboles neem en el tramo carretero de San José del Cabo al Zacatal.
También fue fundador del Centro de Integración Juvenil de Los Cabos en el 2003 para el cual donó un terreno de 5 mil metros cuadrados en la colonia El Zacatal. Es actualmente comisario de la Inmobiliaria Ejidal y miembro de Coparmex y Canaco Los Cabos. El 8 de agosto del 2022 celebró sus 80 años de vida con salud y en compañía de su esposa, hijos, yernos y sus 9 nietos. Honor a quien honor merece, Don Carlos Álvarez.
