La Paz, Baja California Sur, es un destino que destaca por cautivar a los visitantes con la calidez de sus playas y lo cristalino de su oleaje; sin embargo, existe un impresionante ecosistema desértico ávido por ser descubierto a través de experiencias únicas para toda la familia donde desde sus puntos más altos se disfruta del contraste natural que compone el destino, ubicado en El Mogote.
El Mogote es una zona desértica al noreste de La Paz de poco más de 600 hectáreas que sirve como una barra arenosa natural para proteger a las especies marinas de las tormentas, huracanes, oleajes y corrientes submarinas, además de ser un imperdible para los visitantes debido a las bellas postales que brinda.
Por sus características dunas, se ha convertido en un referente para el viajero que, en compañía de la familia, amigos, pareja o individual, busca enriquecer su visita a La Paz a través de actividades que saquen su lado más aventurero como lo es el sandboard. Una experiencia que desafía las leyes de la física y acelera las emociones para surcar sobre una tabla los montículos de arena a toda velocidad, ya sea de pie, sentado o acostado; y lo mejor, es una actividad muy segura que puede practicar cualquier persona.
Los visitantes podrán disfrutar, si ponen atención, de otro aspecto que hace único este lugar, sus cantos. Un fenómeno descrito por Marco Polo y Charles Darwin en su viaje del Beagle que consta de un sonido grave alrededor de una frecuencia producido por avalanchas granulares que ponen a vibrar la arena y provocan sonidos “musicales” con frecuencia definida y varios armónicos percibidos por el oído humano como emociones o sentimientos que van en armonía con la naturaleza. Este espectáculo puede escucharse cuando la arena se desliza por sus laderas y el viento provoca avalanchas, dejando escuchar una especie de “coro”.
El Mogote también cuenta con una parte que contrasta con el entorno y permite a los viajeros bajar los niveles de adrenalina para descansar o refrescarse con el cristalino oleaje que baña su playa; o bien, continuar la aventura en una visita guiada en kayak.
Al caer la tarde y tras varios descensos, se recomienda ubicar la duna más alta para disfrutar de las mejores postales en la zona árida del Mar de Cortés con la presencia de los tonos rojizos que cubren el oleaje en el horizonte y las montañas que lo resguardan, dignos de una sesión fotográfica desde el celular o con cámara profesional, que enmarcarán una sensación de libertad única.
Es a través de compartir con los viajeros la diversidad de escenarios y actividades que integran la oferta en los microdestinos que conforman La Paz, como el Mogote, que el Fideicomiso de Turismo de La Paz los invita a descubrir las maravillas del Puerto de Ilusión e incentivar que sus itinerarios de viaje sean enriquecidos con exclusivas experiencias donde la naturaleza sea el protagonista de estancias únicas en el destino.
Para conocer más sobre la oferta en el destino, visita: https://golapaz.com/