Rusia anunció este jueves la expulsión de dos diplomáticos estadounidenses acusados de haber servido como agentes de “enlace” de un exempleado ruso del consulado estadounidense acusado por Moscú de espionaje.
El ministerio de Relaciones Exteriores ruso dijo que los dos diplomáticos estadounidenses, Jeff Sillin y David Bernstein, habían “realizado actividades ilegales al comunicarse con un ciudadano ruso, (Robert) Shonov”.
La decisión fue comunicada a la embajadora estadounidense en Moscú, Lynne Tracy, quien fue citada a la sede de la Cancillería rusa, agrega la nota.
Moscú enfatizó que las “actividades ilegales” de la embajada estadounidense, incluida la “injerencia en asuntos internos” de Rusia, son inaceptables y serán abortadas de forma rotunda.
A fines de agosto, el Servicio Federal de Seguridad (FSB) había presentado cargos contra Shonov por recopilar datos sobre la guerra en Ucrania.
“El Servicio Federal de Seguridad de la Federación Rusa detuvo las actividades ilegales de un informante de la Embajada de Estados Unidos en Moscú, un exempleado del Consulado de Estados Unidos en Vladivostok”, indicó el servicio de Inteligencia ruso en un comunicado en el que precisó que a Shonov se lo acusa de violar el artículo 275.1 del Código Penal.
El FSB ha señalado que desde septiembre de 2022 hasta el momento de su detención, Shonov, “a cambio de una recompensa material, llevó a cabo tareas propias de empleados del departamento político de la Embajada de Estados Unidos en Moscú” para recopilar información sobre el progreso de la “operación militar especial”, así como de las actividades de oposición ejercidas desde la población de cara a las próximas elecciones presidenciales.
El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, recordó que Shonov era empleado de una empresa contratada para brindar servicios a la Embajada en Moscú “en estricto cumplimiento de las leyes y regulaciones de Rusia”.
“El hecho de que Rusia haya atacado a Shonov en virtud del estatuto de ‘cooperación confidencial’ solamente pone de relieve las acciones cada vez más represivas que el Gobierno ruso está tomando contra sus propios ciudadanos”, ha explicado el portavoz