- ** Jorge Alberto Garza Cosío, meteorólogo dijo que Los Cabos tiene el primer lugar a nivel nacional con mayor impacto de huracanes con 1.5 a 2 ciclones por año
San José del Cabo.- Al recordar los 9 años de que impactó Odile a Los Cabos, “el monstruo del Pacífico”, que dejó daños por más de 7 mil millones de pesos, el director de Metmex Meteorología, Jorge Alberto Garza Cosío, afirmó que no debemos perder la memoria con estos fenómenos, hay que tenerlos siempre muy presentes para no bajar la guardia en materia de prevención.
Lo anterior porque dijo que Los Cabos tiene el primer lugar a nivel nacional con mayor impacto de huracanes con 1.5 a 2 ciclones por año y se reconoce que el municipio tiene la mejor Protección Civil del país por esa historia de que todos los años hay el impacto de al menos un meteoro.
Además de recordar los daños que dejó Odile, el meteorólogo habló de otros ciclones de alto impacto como lo Juliette, Lidia, el monstruo del Pacífico Odile y Liza que causó mucho daño en La Paz.
Dijo que se presentan ciclones con esta magnitud de Odile cada 60 a 80 años, sin embargo, ante los fenómenos de la Niña y el Niño, asociados con el Cambio Climático, han provocado que estos eventos cíclicos se estén modificando y se acorte su presencia porque en la actualidad se puedan llegar a presentar cada 10 o 15 años.
Explicó que se llama fenómeno del Niño al cambio de temperatura que hay en el Pacífico, cuando la temperatura del mar aumenta arriba del promedio y de la Niña cuando la temperatura del mar desciende por abajo del promedio.
Destacó que curiosamente cuando llueve más en Los Cabos no es con el Fenómeno de la Niña ni con el Niño, llueve más en los periodos neutros o en el inter, en la transición de un evento a otro, por ejemplo con Lidia fue un año neutro y llovió mucho; en el 93 con la inundación que desapareció la unidad residencial Flores Magón en San José del Cabo, también fue un año neutro y el Niño inició más tarde.
En el caso de Odile, el peor huracán que ha impactado en Los Cabos, en categoría 3 y 4 se dio en un año neutro entrando el fenómeno del Niño, destacando es un ciclón que nunca se debe de olvidar y siempre debe estar presente para las futuras generaciones.
“Odile fue un poco complicado predecir, si había tendencias antes de este ciclón de lluvias muy fuertes pero no se sabía cuándo ni en que intensidad, pero marcaba el pronóstico a largo plazo de que iba a pasar algo entre el 12 o 20 de septiembre, curiosamente cayó en fechas patrias, fin de semana, y realmente estábamos tan desacostumbrados por así decirlos, se vivía no al pendiente de los ciclones y las redes sociales no estaban tan activas, nos descuidamos por así decirlo en ese aspecto y cuando nos dimos cuenta ya estaba el huracán enfrente de nosotros”.
Como reflexión dijo que se tiene a veces muy mala memoria a corto y largo plazo en cuestiones de meteorología, porque el año que entra puede llover muy fuerte y el comentario será que nunca había llovido así, siempre ha llovido con esa intensidad cada 80 o 100 años, pero se olvida.
Reconoció que Odile marcó un parteaguas para decir a la sociedad que todos los años puede pasar algo así y siempre que inicia la temporada ciclónica la gente se preocupa cuando observa un huracán en el Pacífico con el temor de que sea otro Odile, seguramente a las generaciones futuras, a los nietos, hijos, como no lo vivieron no van a recordar, pero a través de los registros históricos, documentales y películas se debe recordar lo que ha pasado con estos ciclones, porque Los Cabos es un foco rojo en el paso constante de huracanes.
Dio a conocer que El Niño se clasifica en dos tipos, el canónico y el modoki, el primero es cuando la temperatura del mar se calienta en todo el Océano Pacífico y en este caso también está presente en el Atlántico al calentarse el mar y el segundo es cuando se calienta nada más una parte del Océano Pacífico mientras otra zona en este caso en costas de Sudamérica se mantiene el frío.
En este año se tiene el efecto del Niño canónico porque se está calentando todo el Océano Pacífico, además del Atlántico, el Golfo de México y varias partes del mundo, se trata de un niño canónico fuera de lo normal, un caso extremo, que se está observando desde el mes de junio y ha ido aumentando la temperatura en gran parte del mundo y se manifiesta con los estragos en varios países en cuanto a la lluvia.
La tendencia indica que los fenómenos del Niño en este invierno dejarán días más húmedos y lluviosos, quiere decir que habrá menos frío pero más lluvioso y húmedo y eso es lo que se espera para esta temporada otoño-invierno, un aumento marcado en la lluvia y habrá menos frío en cuanto a los amaneceres pero no tan cálido en cuanto a los atardeceres, esa es la tendencia a largo plazo, por eso no se ha visto tanta lluvia en esta temporada de verano como en otros años.
El niño va a seguir por lo menos hasta el 2024 con condiciones que se van a extender varios meses más con efectos que pudieran estar llegando en cualquier momento y en cualquier parte del mundo.
Los Cabos prevalecerá con temperaturas entre 35 y 38 grados hasta finales del mes de septiembre y tendrá un respiro iniciando la primera semana de octubre con máximas de 33 y 32 grados con un poco más de aire seco y está marcado casi para el 26 de octubre ya máximas de 28, 30 grados seguramente ya con algunos frentes fríos que se van a adelantar y una vez que llega el primer frente frío al país los ciclones comenzarán a retirarse.
Para finales de octubre habrá temperaturas mínimas de 18 a 15 grados, lo que será un alivio a este calor húmedo que prevalece, donde hace tan solo tres días se tuvo una sensación térmica de 52 grados en San José del Cabo y de 48 grados en Cabo San Lucas. Se espera dar fin al calor húmedo a finales de octubre.
Para finalizar indicó que se está ante un evento muy fuerte del fenómeno del Niño sin precedentes, que se mantiene dinámico, cambiante, y con efectos en Europa, Sudamérica, Australia. La temporada de huracanes ya está en la recta final y hay que esperar lo que pasa con el cambio climático con los fenómenos del Niño y la Niña.