La capital rusa vive desde ayer la mayor nevada en 145 años, que ha dejado en doce horas un manto de hasta 40 centímetros de nieve en algunos barrios, mientras Siberia se prepara para afrontar temperaturas de hasta 50 grados bajo cero.
“Se ha batido el récord de precipitaciones en 145 años para un 3 de diciembre”, dijo el meteorólogo Román Vilfand, citado por la agencia TASS.
Los servicios comunales de la capital informaron que trabajan las 24 horas del día para mitigar las consecuencias de la nevada récord.
Paralelamente, este lunes las precipitaciones en Moscú cesarán para dar lugar a un temporal de bajas temperaturas que se acerca a la capital de Rusia.
Frío en Siberia
A finales de semana, según los pronósticos, los termómetros en la ciudad pueden llegar a marcar los 20 grados bajo cero.
A la vez, el frío siberiano no se espera solo en Moscú, sino en la propia Siberia, donde algunas zonas tendrán que soportar temperaturas de hasta los 40-50 grados bajo cero.
Así, las regiones más afectadas serán Krasnoyarsk y Jabárovsk, aunque el frío también golpeará a los habitantes de Magadán, Yakutia y Chukotka.