Autoridades de Quintana Roo activan protocolos ante la llegada del huracán “Beryl”

Cancún.— Mientras el sol brilla y decenas de turistas disfrutan en las playas y los hoteles de este destino turístico, las autoridades de Quintana Roo y los habitantes de la ciudad iniciaban ayer los preparativos para recibir al huracán Beryl. La fiesta en las playas se mantiene como en cualquier otro verano. Sol, arena, mar turquesa y bebidas refrescantes hacen olvidar que se aproxima un huracán, que anoche era categoría 4.

El Servicio Meteorológico Nacional informó que el meteoro sigue su trayectoria por el mar Caribe y este miércoles impactará Jamaica; sus vientos se empezarán a sentir el jueves en la Península de Yucatán. De seguir su trayectoria, Beryl podría impactar las costas centrales de Quintana Roo con categoría 1, entre la noche del jueves y la madrugada del viernes próximo, en un punto entre los municipios de Tulum y Felipe Carrillo Puerto, según la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

Juan Ramón Díaz, delegado del organismo, explicó que el fenómeno traerá consigo vientos de 140 a 165 kilómetros por hora, ubicándose a 40 kilómetros al este sureste de Punta Allen y a 55 kilómetros de Punta Herrero, cruzando Tulum y Felipe Carrillo Puerto, con afectaciones al resto del territorio estatal. Sus lluvias y vientos también alcanzarán a municipios de Yucatán y Campeche.

Con una población de casi dos millones de habitantes en sus 11 municipios y la presencia de 355 mil 786 vacacionistas en 16 de sus destinos turísticos, Quintana Roo afinaba ayer sus protocolos con el monitoreo constante de la evolución del fenómeno meteorológico. Desde el fin de semana pasado las autoridades estatales han emitido avisos constantes sobre el desarrollo de la formación de la tormenta tropical y luego de su intempestivo salto a ciclón. La noche del pasado lunes se emitió la alerta verde, con la que la gente empezó a tomar medidas como compra de despensas y tablones para proteger ventanas.

Por su parte, las autoridades informaron que trabajan en la habilitación de refugios y difunden las acciones preventivas a tomar por diversos canales para enterar a la población y a sus visitantes sobre el avance del fenómeno. En conferencia de prensa, la gobernadora Mara Lezama informó ayer martes que ya se trabajaba de manera preventiva, principalmente podando árboles y limpiando coladeras y drenajes. Indicó que, de momento, no se cancelan vuelos ni clases, pero mantienen el monitoreo y se avisará de nuevas medidas en cuanto sea oportuno. En tanto, ciudadanos realizaron desde el fin de semana compras de emergencia, agotando en varios supermercados las latas de atún, agua, cinta adhesiva o madera para tapiar ventanas y fachadas.

En destinos turísticos como Cancún, las acciones de las autoridades y de la industria turística se enfocaron el martes en “reducir los riesgos”, afirmó el encargado de despacho de la presidencia municipal, Pablo Gutiérrez, durante la sesión permanente del Comité Operativo Especializado en Fenómenos Hidrometeorológicos, que se instaló la tarde de ayer. El funcionario indicó que Beryl es “la oportunidad” para demostrar la efectividad de los protocolos con que cuenta este centro vacacional y la cultura frente a huracanes, trabajada desde hace décadas. Hasta ayer eran pocos los establecimientos que habían recurrido a proteger sus ventanales o fachadas con maderas. Muchos pobladores consideran que si Beryl “pega” con categoría 1 o 2, sus instalaciones no corren peligro.

La Asociación de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres reportaba ya algunas cancelaciones de reservaciones, mientras el aeropuerto internacional de la ciudad operaba con normalidad. Grupo ASUR informó que, hasta ayer, no se habían cancelado vuelos. En Puerto Juárez, una localidad de pescadores, los hombres de mar comenzaron con los preparativos y las grúas para retirar y resguardar sus lanchas, faena en la que se concentrarán este miércoles. La ciudad cuenta con 87 refugios temporales, de ellos 51 listos para abrir en una primera etapa, cuando lo indiquen las autoridades, en la fase de alerta naranja. Incluso se cuenta con un refugio para mascotas.

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