Crimen organizado obliga a limoneros de Michoacán a cerrar sus negocios

La industria limonera en Michoacán se enfrenta a una crisis sin precedentes debido a la creciente extorsión por parte de al menos tres cárteles del narcotráfico, según informaron fuentes policiales a El Financiero. Los grupos implicados incluyen al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Los Viagra y Cárteles Unidos, además de un grupo delictivo de la región de Tepalcatepec, encabezado por “El abuelo Farías”. Estas organizaciones criminales no solo exigen cuotas mensuales por hectárea de limón, sino que también imponen cobros adicionales, lo que ha llevado a muchos productores a cerrar sus negocios.

La problemática de las extorsiones a los limoneros no es nueva, ya que se remonta al año 2000, cuando el cártel de Los Caballeros Templarios inició una campaña de violencia en contra de este sector en Buenavista Tomatlán. En respuesta, surgieron grupos de autodefensas, liderados por figuras como Hipólito Mora y José Manuel Mireles, quienes intentaron combatir la violencia del crimen organizado. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, la situación de inseguridad ha persistido, agravándose con la aparición de nuevos cárteles.

En Michoacán, la producción de limón es una actividad crucial, con 130 empacadoras distribuidas en los municipios de Apatzingán, Buenavista Tomatlán, Aguililla y Tepalcatepec, siendo este estado el principal productor de limón en el país. Sin embargo, la violencia ha paralizado 15 industrias adicionales, sumándose al deterioro económico y social en la región. Los productores afirman que las autoridades no han logrado frenar las actividades delictivas en la Tierra Caliente, lo que ha obligado a muchos a cerrar sus puertas para proteger sus vidas.

Guadalupe Mora Chávez, hermano del fallecido líder de autodefensas Hipólito Mora, confirmó en declaraciones a EFE que el sector citrícola sigue bajo constantes amenazas y extorsiones. A pesar de las denuncias realizadas por los propios limoneros en agosto de 2023, la situación sigue siendo crítica, con un futuro incierto para la industria limonera en Michoacán, que continúa siendo rehén de la violencia y el crimen organizado.