Crisis hídrica es también política y cultural: expertos proponen soluciones desde lo local

  • En el país y el mundo, el problema del agua no se reduce a su escasez o abundancia, sino a su gestión.
  • Incorporar este líquido al tejido urbano exige ir más allá de la infraestructura y reconocer que la crisis hídrica también es cultural, social y política.
  • En el encuentro “Ciudades Líquidas Vol. 2”, Fundación Hogares reunió a especialistas para explorar nuevas formas de relacionarnos con el agua y construir comunidad como vía para enfrentar la crisis hídrica.

En varias ciudades del país, como la CDMX, un día hay inundaciones y al siguiente, sequía. Esta contradicción es el reflejo de un modelo urbano que ha optado por ocultar o desechar el agua, en lugar de integrarla como parte de la vida cotidiana. Cuando las soluciones convencionales dejan de funcionar, la pregunta es inevitable: ¿cómo diseñar espacios públicos capaces de convivir con el agua, más allá de la infraestructura?

Este fue el punto de partida de “Ciudades Líquidas Vol. 2: Alternativas sostenibles para la gestión eficiente del agua en las ciudades”, un encuentro organizado por Fundación Hogares, que reunió a voces expertas en el tema como Loreta Castro (Taller Capital), Delfín Montañana (Isla Urbana), Alberto Palma (KPTA) y John Octavio Ortiz (ARQUIURBANO Taller), quienes coincidieron en que la crisis del agua no es sólo técnica, es cultural, política y social.

“En muchas partes existen alternativas sostenibles para la gestión del agua. Lo que necesitamos es sumar capacidades y construir comunidad”, señaló Madeleine Cortés, directora general de Fundación Hogares, al abrir el evento.

Poner al agua en el centro: rediseñar ciudad

Mientras algunas zonas de la ciudad colapsan por el exceso de agua, otras apenas sobreviven con lo mínimo. Esta paradoja dio comienzo a la conversación moderada por José Roberto Lagunes. Como lo explicó Loreta Castro, la infraestructura “extrae, desvía, desecha… pero rara vez aprovecha”.

Para los especialistas, la salida no está en importar modelos ajenos, sino en ampliar la conversación e integrar al diseño urbano, la cultura del agua y la participación ciudadana. Se trata de construir soluciones desde el territorio y con quienes lo habitan.

Uno de los ejes más potentes del encuentro fue la propuesta de repensar la ciudad como un sistema vivo, donde el agua no es un enemigo sino un elemento esencial del entorno.

En palabras de Delfín Montañana, “en este lugar podríamos morir ahogados y sedientos al mismo tiempo, porque hemos construido un sistema que gira en torno a la escasez en vez de absoluta abundancia”, al destacar que desde Isla Urbana impulsan la captación de lluvia como una solución, con más de 46 mil sistemas instalados en todo el país.

Pero, dijo, la tecnología por sí sola no basta, lo fundamental es el proceso social que la acompaña, que incluye educación ambiental, apropiación comunitaria y la reconstrucción del vínculo con el ecosistema. De escalarse el modelo, podrían mejorar las condiciones de vida de más de 400 mil personas que viven en precariedad hídrica extrema.

Alberto Palma, de KPTA, expuso un enfoque similar, la captación pluvial como parte del desarrollo urbano, no solo como medida de emergencia. “No se trata solo de canalizarla o evitarla, sino de integrarla. El agua puede ser infraestructura, pero también punto de encuentro”.

Transformar el territorio, más allá de los gobiernos

John Octavio Ortiz puso el punto sobre las íes: el agua es una decisión política. Su acceso y gestión están atravesados por disputas de poder, presupuestos y ciclos de gobierno. Resolver la crisis exige una visión de largo plazo, continuidad y voluntad.

Mencionó el caso de Medellín, en Colombia, donde el agua se convirtió en eje para regenerar barrios, recuperar ríos y construir comunidad, gracias a políticas sostenidas y participación ciudadana. Al respecto, Montañana añadió: “el agua es un elemento de captura política y se utiliza para generar dinámicas en procesos electorales.”

Los expertos coincidieron en que el camino no es replicar, sino construir soluciones arraigadas en la realidad local. Se trata de preguntar, escuchar y entender a cada comunidad. La crisis se resolverá con voluntad política y una transformación que ponga al agua en el centro.

Ciudades Líquidas Vol. 2 da continuidad a una serie de eventos que buscan soluciones a la crisis hídrica urbana. El próximo conversatorio será en octubre, durante la Climate Action Week y los 15 años de Fundación Hogares.