• Pese a las pruebas de uso indebido de títulos y denuncias por tráfico de influencias cuando fue subsecretario de Educación en el Estado de México, Israel Jerónimo López sigue al frente de la Dirección de Autorización y Registro Profesional
Ciudad de México, a 3 de noviembre de 2025
La Secretaría de Educación Pública (SEP), encabezada por Mario Delgado Carrillo, enfrenta un grave cuestionamiento público tras confirmarse que mantiene en su cargo a Israel Jerónimo López, actual director de Autorización y Registro Profesional, pese a las evidencias documentales de irregularidades académicas, probable falsificación de títulos, además de una denuncia de corrupción y nepotismo que se acumulan a su historial.
El nombre de Israel Jerónimo López se ha convertido en un sinónimo de nepotismo, corrupción y privilegios institucionales. A pesar de las inconsistencias previamente reveladas —como el uso indebido del título de “doctor” dos años antes de obtener su cédula y la expedición irregular de sus propios registros académicos desde el área que actualmente dirige —se suman ahora evidencias por denuncias formales presentadas en 2022 por parte de servidores públicos del Estado de México en diferentes instancias gubernamentales, sobre el manejo discrecional de cargos y favores personales cuando fue subsecretario de Educación Media Superior en el Estado de México.
Los documentos y testimonios remitidos al entonces gobernador Alfredo del Mazo Maza, describen con precisión cómo, desde la Subsecretaría de Educación Media Superior del Estado de México, Jerónimo López, benefició a su subordinada directa, Diana Torres Velázquez (Se anexa denuncia), a quien impuso como directora de Mejora Continua en 2021, saltándose jerarquías y desplazando a otros mandos académicos.
A ella habría otorgado ascensos y privilegios, y contratos irregulares a familiares y amigos dentro de la estructura educativa, violando principios de imparcialidad, ética pública y normativas sobre conflicto de interés, amenazando incluso a otros trabajadores con despidos si no aceptaban sus condiciones.
La protección directa y abierta de Israel Jerónimo López facilitó la asignación irregular de plazas, en un esquema descrito por los denunciantes como de “nepotismo cínico y corrupción sistemática”.
Lejos de enfrentar consecuencias en aquellos años de irregularidades como esta y haberse ostentado como doctor sin serlo, Israel Jerónimo López fue premiado políticamente: hoy encabeza la Dirección de Autorización y Registro Profesional, área clave en la validación de títulos y cédulas profesionales de todo el país.
Desde esa posición, ha autovalidado sus propios títulos y grados, utilizando los sistemas oficiales bajo su control para dar legalidad a documentos que presentan inconsistencias y posibles falsificaciones.
A pesar de la gravedad de estas revelaciones, la SEP, encabezada por Mario Delgado Carrillo, ha guardado silencio, en lugar de ordenar su suspensión o investigación. Además, la SEP emitió el Boletín 336 el 19 de octubre pasado, donde incluso lo convirtió en vocero del nuevo sistema de “Constancia de Situación Profesional”, presentándolo como ejemplo de avance tecnológico, cuando justamente ese documento exhibe las inconsistencias en su trayectoria académica: una maestría fechada en 2002 y una licenciatura dos años después, en 2004, además de un doctorado expedido en abril de 2024 cuando ya se ostentaba con ese grado desde 2022 y una maestría validada dos días después del doctorado.
Este doble discurso —predicar legalidad mientras se protege al infractor— daña profundamente la credibilidad institucional y vulnera la confianza ciudadana en los mecanismos de certificación profesional que deberían ser un pilar de la integridad educativa del país, afirman denunciantes anónimos.
La protección a Jerónimo López no es una omisión menor, es un acto de encubrimiento, que refleja un sistema que premia la lealtad política por encima de la ética pública.
Ni el secretario Mario Delgado ni el titular de la DGP, José Omar Sánchez Molina, han ordenado investigación alguna ni separación temporal del cargo, pese a las pruebas públicas que configuran posibles delitos administrativos y violaciones a la Ley Reglamentaria del Artículo 5° Constitucional.
El mensaje es devastador: quien se autovalida títulos, se beneficia de su cargo y favorece a sus allegados no sólo conserva su puesto, sino que es promovido como ejemplo de innovación institucional.
Urge una investigación independiente y la suspensión inmediata de Israel Jerónimo López, así como la revisión de todos los registros emitidos durante su gestión. Protegerlo sólo profundiza la descomposición institucional y confirma que, en el actual gobierno, la transparencia se usa como cortina para encubrir la corrupción.