- La encuesta 2025 concluye que, sin educación nutricional, la información difícilmente se traduce en acciones concretas.
- El 51% de los encuestados considera que la educación nutricional es la estrategia más relevante para mejorar la salud nutricional en México.
- “El etiquetado por sí mismo no cambia conductas; lo que transforma hábitos es el conocimiento y la práctica constante.”
Ciudad de México 16 de julio de 2025. — Una encuesta realizada en 2025 por Quiero Saber Salud (QSS) a más de 200 profesionales de la salud reveló que el etiquetado frontal de alimentos, por sí solo, no basta para fomentar decisiones de consumo saludables. El 51% de los participantes señaló que la educación nutricional en todas las etapas de la vida es la herramienta más efectiva para mejorar la nutrición en México, mientras que un 30% adicional destacó la importancia de complementar con actividad física regular.
Aunque la mayoría reconoce el valor del etiquetado como herramienta informativa, los resultados son contundentes: sin educación nutricional, esa información difícilmente se convierte en acciones concretas. Uno de los hallazgos más relevantes es que, incluso entre personas con formación o interés en temas de salud, no todos comprenden con claridad el sistema de etiquetado frontal. Esto refuerza la necesidad de fortalecer la difusión de información clara y accesible para toda la población.
En comparación con una encuesta similar realizada por QSS en 2020, durante la pandemia de COVID-19, los cambios en la percepción son notables. En ese año, los participantes mostraban mayor interés por los ingredientes que por los valores nutrimentales. Hoy, si bien hay mayor atención a la calidad de los productos y los nutrientes reportados, la educación sigue siendo considerada el factor más relevante para combatir el sobrepeso y la obesidad.
“El etiquetado por sí mismo no cambia conductas; lo que transforma hábitos es el conocimiento y la práctica constante”, afirmó Mónica Hurtado, nutrióloga y fundadora de Quiero Saber Salud. “Cuando una persona entiende el significado del contenido de un producto y cómo puede impactar en su cuerpo, puede tomar decisiones más conscientes, cuidando así su salud y la de su familia. Por eso, educar es más importante que solo informar”.
Ejemplos concretos del desconocimiento generalizado sobre el etiquetado se observaron desde 2020, cuando el 35% de los encuestados tenía una idea errónea sobre el concepto de “cantidad por porción”, interpretándose como el contenido total del empaque o como la cantidad que “se debe” consumir. Esta confusión puede llevar al consumo excesivo. Mejorar esta comprensión sólo es posible mediante educación nutricional que incluya lectura de etiquetas, conocimiento de la composición corporal y formación en dieta correcta, que permita incluir todo tipo de alimentos, cuidando siempre las porciones.
Finalmente, la encuesta también reveló que más de la mitad de los participantes considera que las estrategias para mejorar la nutrición deben basarse en la orientación, no en la prohibición. Cerca del 40% defiende la moderación como principio clave en la alimentación, lo que refleja una visión más integral, realista y sostenible para fomentar hábitos saludables.