El accidente se produjo cuando un tren de pasajeros con alrededor de 350 personas a bordo chocó con un tren de carga que venía por la misma vía. Los dos primeros vagones del tren de pasajeros quedaron completamente destruidos.
La policía griega indicó que el jefe de la estación de trenes de la ciudad de Larissa fue detenido por el hecho.
Kostas Karamanlis, ministro de Infraestructura y Transporte, renunció a su cargo, diciendo en un comunicado: “Cuando ocurre algo tan trágico, es imposible continuar y pretender que no ocurrió”.
“Esto se llama responsabilidad política. Por esta razón, anunció mi dimisión como ministro de Infraestructura y Transporte”.
En conferencia de prensa, el portavoz de los bomberos, Vassilis Vathrakogiannis, había informado inicialmente sobre 26 muertos, pero la cifra se incrementó con el pasar de las horas.
Se indicó que 72 personas resultaron heridas y fueron trasladadas a hospitales cercanos. Seis de ellas están en cuidados intensivos.
Desde el lugar se informó que muchos de los viajeros eran jóvenes.
Unos 150 bomberos y 40 ambulancias, así como varias grúas y personal vinculado a labores de emergencia, se movilizaron para dar respuesta a la tragedia, informaron las autoridades griegas.
El gobernador de la región de Tesalia, Konstantinos Agorastos, dijo a medios locales que los trenes chocaron en la misma vía, según informó la agencia Reuters.
En declaraciones a la cadena Skai TV, Agorastos dijo que el choque se produjo a alta velocidad entre un tren de carga y uno de pasajeros.
Según los primeros informes, el tren de pasajeros viajaba desde Atenas hasta Tesalónica y transportaba a unas 350 personas.
El gobernador explicó que los primeros cuatro vagones del tren de pasajeros descarrilaron en el accidente y añadió que los primeros dos quedaron “casi completamente destruidos” por el incendio posterior a la colisión.