Dos de los galardones se quedaron en Latinoamérica. La mejor película animada fue la visión de Guillermo del Toro de “Pinocho”, una historia que el director mexicano dijo que ha querido hacer desde que era pequeño.
“Lo que más me alegra es estar acá con ustedes en persona”, sostuvo del Toro. “Algunos de nosotros estamos borrachos, ¿qué mejor que eso?”, bromeó.
Citando lo que dijo que fue un gran año para la animación, el director mencionó que este tipo de producciones no son solo para niños. “No es para niños, pero los niños pueden verla si se les explica”, añadió.
“Argentina, 1985” se llevó el Globo de Oro a la mejor cinta extranjera. La película está inspirada en la labor de los fiscales Julio Strassera y Luis Moreno Ocampo, quienes a finales de 1985 llevaron a juicio a los militares que encabezaron la dictadura militar más sangrienta de la historia de Argentina.
“Para toda la gente de Argentina, después del campeonato del mundo, esto es una gran alegría. Los quiero”, dijo el actor Ricardo Darín, uno de los protagonistas, mientras sonaba la música con la que cortaban su discurso en español.
Quizás un desliz de la ceremonia fue el corto tiempo, comparado con otros discursos, que la producción otorgó para que los argentinos agradecieran su galardón.