Esta semana le practicaron un cateterismo para corregir un defecto congénito denominado comunicación interauricular
Mediante los procedimientos terapéuticos que recibió durante meses en la Unidad de Hemato-Oncología Pediátrica (UHOP) y del programa de Cardiología Pediátrica del Hospital General con Especialidades Juan María de Salvatierra, Jhoana, una paciente de 16 años de edad, tiene hoy la oportunidad de llevar una vida similar a la de cualquier otra persona de su edad.
La adolescente, quien concluyó en 2022 los ciclos de quimioterapia para hacer frente a la leucemia, fue sometida esta semana a un cateterismo cardiaco para corregir un defecto congénito denominado “comunicación interauricular”, que elevaba su riesgo de complicaciones al limitar la oxigenación de su sangre, estableció el cardiólogo intervencionista pediatra, Orlando Solís Garibay.
Aunque la malformación de corazón se confirmó desde el año pasado, se determinó que concluyera primero el tratamiento por la enfermedad cancerígena que podía presentar una evolución más agresiva y, en tanto eso ocurría, se siguió controlando la afección cardiovascular con medicamentos. Una vez que Jhoana recibió el alta en vigilancia por la leucemia y tras superar su fase de recuperación se programó el cateterismo, que se practicó con resultados exitosos este 26 de abril, señaló.
Ese problema congénito generaba insuficiencia cardiaca en la paciente, incrementaba su vulnerabilidad a infecciones pulmonares, le producía fatiga crónica y elevaba las posibilidades de sufrir un accidente cerebrovascular, explicó el médico al establecer que al corregirse completamente esta condición, la adolescente tiene ahora la posibilidad de retomar sus actividades sociales, académicas y recreativas sin mayor limitante de salud.
Es un caso muy significativo para el personal médico, de enfermería, de laboratorio, nutrición, psicología, trabajo social y de otras áreas de este hospital que es dirigido por el doctor Bogdan Arriaga Benis, ya que refleja el trabajo coordinado que emprendieron las y los profesionales de la salud para buscar el restablecimiento de una persona que, a pesar de su corta edad, ya lidió con dos patologías potencialmente mortales, expresó Solís Garibay al enfatizar que las detecciones oportunas fueron cruciales para emprender acciones clínicas que mejoraron su pronóstico.