México aplica un programa para detectar a personas con hepatitis C y brindarles tratamiento oportuno y gratuito, ya que se estima que 75 por ciento de quienes son portadoras de este virus lo desconoce, informó el investigador y exdirector del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ) de la Secretaría de Salud, David Kershenobich Stalnikowitz.
Al impartir la conferencia magistral “México en el camino hacia la eliminación del virus de la hepatitis C (VHC)”, en el 19 Congreso de Investigación en Salud Pública, Kershenobich Stalnikowitz indicó que las enfermedades crónicas por este virus como insuficiencia hepática, cirrosis o cáncer hepático representan un problema epidemiológico importante en el país.
Por lo anterior, la detección, atención y el tratamiento oportuno, los cuales son gratuitos en cualquier institución pública, tienen impacto positivo en la preservación de la salud.
En el Auditorio “Guillermo Soberón Acevedo” del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), dijo que el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el Sida (Censida), coordina el Programa Nacional de Eliminación de la hepatitis C, que incluye acceso universal y gratuito a pruebas de detección y medicamentos; atención primaria a la salud; capacitación de personal: difusión de información hacia la población sobre esta enfermedad y sistema de registro. Se encuentra disponible en toda la República mexicana.
Desde el inicio del programa y hasta el momento, se han registrado en la plataforma del programa 836 mil 836 detecciones de hepatitis C, de las cuales 27 mil 015 están reactivas y 23 mil 565 tienen carga viral. De esta forma se detectaron 15 mil 579 personas con la infección. Los datos se obtuvieron de las 308 unidades de la Secretaría de Salud que reportan en el sistema de registro.
Ante la comunidad científica de América Latina y el Caribe, el investigador del INCMNSZ destacó que el tamizaje se realiza en las unidades de salud del país y solo toma unos minutos; en caso de que el resultado sea positivo, se confirma con una prueba de PCR para así acceder al tratamiento, que es efectivo en 98 por ciento de los casos.
El éxito del tratamiento resulta del apego adecuado por parte de las personas; y el medicamento no causa efectos secundarios durante las semanas que se administra.
El exdirector del INCMNSZ informó que en la mayoría de las personas los síntomas no se presentan al inicio de la infección; esto ocasiona que pase inadvertida durante décadas y se manifieste hasta que existe daño en el hígado; por lo que es indispensable que las personas se realicen pruebas de detección.
Algunas prácticas que aumentan la posibilidad de transmisión son la utilización de materiales no esterilizados en la realización de tatuajes, perforaciones y procedimientos médicos en establecimientos sin certificado sanitario; uso de agujas, equipo o dispositivos por más de dos personas consumidoras de sustancias psicoactivas inyectables e intranasales; prácticas sexuales en las que exista contacto con sangre sin uso de condón, entre otras.
Las enfermedades del hígado en general se ubican entre la cuarta y sexta causa de mortalidad. Las más comunes son el abuso en el consumo de alcohol, con 39 por ciento de los casos; hepatitis C, 38 por ciento; y hepatitis B, cuatro por ciento.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó la propuesta para que en 2030 se logre la eliminación de la hepatitis C en el mundo, con su consecuente disminución de cirrosis hepática y cáncer hepático.