Shark Lab Cabo es una organización que inició su trabajo en 2016 con el objetivo de crear el primer programa de monitoreo de tiburones pelágicos, categorizados como “en peligro”, y ciencia ciudadana en Cabo San Lucas, en el estado de Baja California Sur, donde estas especies pueden estudiarse en su habitat natural. Además, buscaban implicar al público en una auténtica labor de conservación.
Hoy en día, Shark Lab Cabo lidera la investigación, educación y conservación de los tiburones pelágicos en Cabo San Lucas: utiliza la ciencia ciudadana y métodos avanzados de investigación como el marcaje satelital para salvaguardar a los tiburones pelágicos.


Los tiburones pelágicos son aquellos que habitan en las aguas abiertas de los océanos, lejos de las costas y son especies esenciales para la salud de los océanos. Shark Lab Cabo centra sus estudios principalmente en el tiburón marrajo dientuso o mako de aleta corta (Isurus oxyrinchus).
Las líneas de investigación de la organización son, explican: programa de monitoreo en asociación con operadores turísticos especializados en tiburones, marcaje satelital del tiburón mako en sus visitas regulares a la costa de Cabo San Lucas y la actualización permanente de su catálogo.


Este proyecto es especialmente importante ya que los tiburones mako o marrajos están catalogados como “En Peligro” en la Lista Roja de la UICN y ahora también han sido incluidos en el Apéndice II de CITES gracias a la propuesta promovida por el gobierno mexicano. “Los resultados generarán información valiosa en una zona con pocos datos sobre la presencia de esta especie y la importancia de Cabo San Lucas para el ciclo vital y la ruta migratoria del marrajo dientuso”, detallan.
Ante esto, decidieron crear una colecta solidaria a través de GoFundMe con el objetivo de reunir 150,000 pesos que dedicarán exclusivamente a mantener sus investigaciones que buscan proteger a estos tiburones. “Tu donación ayuda a cubrir los costes esenciales para la protección y el estudio de las especies de tiburones pelágicos. Estos fondos nos permiten mantener la investigación a largo plazo, las expediciones sobre el terreno y el análisis de datos”, comparte Clara Calatayud, fundadora y líder de Shark Lab Cabo.
El tiburón mako tiene una baja productividad biológica, con un ciclo reproductivo de 3 años, con periodos de gestación de más de un año, y una edad de madurez tardía; las hembras alcanzan la madurez sexual a los 19 años de edad.
Existe una creciente necesidad de proteger aquellas especies consideradas recurso pesquero, como el tiburón mako, sin ninguna ley de protección nacional, excepto la veda de pesca durante los meses de verano.