Las calles de Venezuela se están convirtiendo en un escenario de caos y confrontación después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamara a Nicolás Maduro como ganador de las recientes elecciones presidenciales. Este anuncio ha sido recibido con escepticismo y rechazo tanto por la oposición como por gran parte de la comunidad internacional, quienes alegan que el proceso electoral estuvo plagado de irregularidades y acusaciones de fraude. Según el partido de la candidata opositora María Corina Machado, cuentan con más del 70% de las actas de votación que muestran una victoria del candidato Edmundo González Urrutia.
La oposición, respaldada por estas actas, ha declarado a Edmundo González Urrutia como el verdadero ganador de las elecciones, contrariamente a lo anunciado por el CNE. Este conflicto de resultados ha provocado una oleada de protestas en todo el país, con miles de venezolanos saliendo a las calles para manifestar su descontento y exigir una revisión del proceso electoral. La tensión ha escalado rápidamente, con enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden, incluyendo al Ejército, que ha sido desplegado para contener las protestas.
En las calles, numerosos carteles electorales de Nicolás Maduro han sido vandalizados, y al menos seis estatuas del exmandatario Hugo Chávez han sido derribadas. Estos actos de vandalismo reflejan el descontento generalizado de la población con el régimen actual y la desesperación por un cambio en el liderazgo del país. La situación se ha vuelto aún más tensa con informes de represión violenta por parte de las fuerzas de seguridad y grupos paramilitares chavistas.
Hasta el momento, al menos siete personas han perdido la vida durante las protestas debido a la represión militar. Testigos y organizaciones de derechos humanos han denunciado que los paramilitares han disparado, golpeado y amedrentado a los manifestantes, quienes protestaban pacíficamente contra el régimen. Además, se reporta que varios jóvenes han resultado heridos en medio de los disturbios, aumentando la preocupación por el respeto a los derechos humanos en el país.
Las autoridades han detenido a 46 personas en el marco de estas protestas, con detenciones que se han producido en diferentes municipios a lo largo del país. Las cifras de detenidos y heridos podrían aumentar en los próximos días, ya que las manifestaciones no muestran signos de disminuir. La oposición acusa al gobierno de Maduro de utilizar la fuerza para silenciar el descontento popular y perpetuar su control sobre el poder.
Nicolás Maduro, por su parte, ha acusado a la oposición de incitar las protestas y de estar involucrada en actos criminales y terroristas. Estas acusaciones podrían servir de pretexto para tomar medidas legales contra líderes opositores, incluyendo a María Corina Machado, lo que podría resultar en su arresto. La comunidad internacional observa con preocupación la escalada de la crisis en Venezuela, pidiendo calma y respeto por los derechos democráticos del pueblo venezolano.