La organización internacional ACLED (Armed Conflict Location and Event Data) registró 540 incidentes de violencia contra actores políticos entre septiembre de 2023 y junio de 2024, 330 de los cuales ocurrieron en el periodo de campaña (marzo a junio). Estos datos, contrario a lo que afirma el gobierno federal, confirman que el proceso electoral 2023-2024 fue el más violento de la historia, con más agresiones, asesinatos e incidentes que los de 2018 y 2021.
“El nivel de violencia durante esta campaña electoral marca un máximo histórico que eclipsa la violencia registrada en las elecciones generales de 2018 y las federales de 2021, que tuvieron 254 y 257 eventos, respectivamente”, señala el informe presentado ayer por ACLED. En dicho informe, los especialistas Sandra Pellegrini y Tiziano Breda detallan que, de los 330 incidentes violentos registrados en campaña, 216 fueron eventos contra candidatos, seguidores o familiares, y al menos 95 incidentes provocaron una o más muertes.
Los autores del informe “Cinco conclusiones clave de las elecciones 2024 en México” enumeran sus principales hallazgos: los ataques violentos se cometen principalmente a nivel local, pues más del 80 por ciento de los casos involucraron a candidaturas del nivel municipal y diputaciones estatales. Los perpetradores tratan sin descanso de ejercer presión sobre las autoridades locales, pues un 40 por ciento de los incidentes involucran a funcionarios municipales que no están en campaña. La violencia dirigida a figuras políticas ocurre más allá del periodo de campaña; meses antes de que inicien las campañas formalmente (en lo que se denomina periodo de búsqueda de apoyo ciudadano), y continúa después de la jornada electoral.
Los datos de ACLED coinciden con los del proyecto Votar entre balas, de las organizaciones Data Cívica y México Evalúa, con colaboración de Animal Político, en el que también se concluye que éste fue un proceso electoral más violento que los de 2018 y 2021. Datos del monitoreo de Data Cívica indican que 130 personas aspirantes, precandidatas y candidatas fueron atacadas presuntamente por grupos del crimen organizado entre el 7 de septiembre de 2023 y el 2 de junio de 2024. De éstas, 34 fueron asesinadas, 40 sobrevivieron a atentados, 32 recibieron amenazas tangibles (en mantas, videos, u otras que provocaron la renuncia a la candidatura), 10 personas candidatas fueron secuestradas, y en 14 ataques armados la persona candidata sobrevivió, pero alguien más murió.
Sin embargo, hace una semana, la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, informó que el registro oficial es de 12 asesinatos de personas que ya estaban registradas legalmente como candidatas. Una cifra menor a los 15 casos que la misma funcionaria había reconocido el 3 de abril, luego del homicidio de Gisela Gaytán, candidata de Morena a la alcaldía de Celaya, Guanajuato. Durante la presentación del informe de ACLED, las especialistas coincidieron en que el asesinato de personas candidatas es sólo una de las facetas -la más extrema- de la violencia político criminal en los procesos electorales.
Sandra Ley, coordinadora del programa de seguridad de México Evalúa, comentó ayer que los números recientemente compartidos por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana difieren de los reportados por Votar entre Balas, porque el gobierno federal omite el periodo de precampaña y los meses previos, y sólo se enfoca en asesinatos de candidatos. De acuerdo con un análisis estadístico de México Evalúa, enfocado en la reducción de participación electoral de los municipios con mayor concentración de violencia político-criminal, por cada ataque contra autoridades a nivel municipal, la participación se redujo, en promedio, en dos puntos porcentuales en la elección local en la jornada electoral de junio de 2024.