A partir del 5 de enero “todos los pasajeros aéreos de dos años o más cuyo origen sea China deberán hacerse una prueba de no más de dos días antes de su salida desde China, Hong Kong y Macao, y mostrar un resultado negativo a las aerolíneas al momento de la salida”, indicó el funcionario.
“El rápido aumento reciente en la transmisión de covid-19 en China aumenta la posibilidad de que surjan nuevas variantes”, según acotó.
Según el funcionario, Pekín solamente ha proporcionado datos limitados sobre las variantes que circulan en China a las bases de datos globales, y las pruebas y los informes sobre nuevos casos también han disminuido.