Normalista de Ayotzinapa detenido fue torturado por policías: ‘Le sembraron armas’, dice abogado

El joven normalista Osiel fue torturado por la policía de Guerrero para que se declarara culpable de portación de armas y de disparar, e incluso los policías habrían ‘sembrado’ un arma en la escena de los hechos, apuntó este lunes Vidulfo Rosales, abogado de los normalistas.

Hasta el momento, se sabe que tres estudiantes viajaban en una camioneta: se trataba de Yanqui Kothan, Osiel y otro identificado como ‘Arenita’.

Hubo coacción y maltrato físico por parte de la policía del estado contra el normalista Osiel luego de ser detenido, dijo el abogado en una entrevista este lunes con Grupo Fórmula.

“Estuvo siendo golpeado, estuvo siendo amenazado y lo estuvieron obligando. La policía del Estado estuvo insistiendo para que él se declarara culpable de haber llevado armas y de haber disparado. Afortunadamente no se logró, porque el asunto a esas horas ya era bastante público, pero sí hubo esa privación de la libertad y esa coacción. Sí golpes, y maltrato físico, por parte de la policía del Estado”, explicó el defensor.

Y añadió que hubo irregularidades durante la detención, pero también en las declaraciones de cómo ocurrieron los hechos según las autoridades.

“Veo que hay muchas irregularidades, ellos (los normalistas) no dispararon. Incluso, fíjate, les sembraron un arma ahí. Pero paradójicamente… ellos (los policías) dicen que llevaban dos armas, una larga y una corta; la larga nunca la pusieron a disposición, el arma corta no hay prueba de que haya sido disparada, ni siquiera se encontró un castillo percutido en el lugar”, explicó el defensor.

Vidulfo Rosales dijo sobre que la Fiscalía General del estado ha dicho que los disparos fueron de afuera del vehículo hacia adentro, lo cual indica que los normalistas no atacaron a los policías.

 

¿Qué pasó con los normalistas el pasado 7 de marzo?

La noche del jueves 7 de marzo, el estudiante Yanqui Kothan Gómez Peralta fue asesinado a disparos a manos de la Policía de Guerrero, en la colonia Indeco. Según la versión de la policía, los hechos ocurrieron en un retén de revisión en el antiguo libramiento a Tixtla, cerca de la salida a Chilpancingo.

De acuerdo con los reportes de los agentes, estos marcaron el alto a la camioneta donde viajaban los estudiantes, pero los normalistas ignoraron la señal y, en respuesta, los oficiales abrieron fuego. Uno de los estudiantes (Yanqui Kothan) murió al llegar al hospital.

Sin embargo, la versión ha sido cuestionada. Este lunes, el presidente Andrés Manuel López Obrador descartó la versión oficial que dio la policía de Guerrero y negó que el normalista de Ayotzinapa asesinado la semana pasada en Chilpancingo, disparara contra las autoridades.

“Hubo un abuso de autoridad, pero no disparó el joven, por ejemplo, entonces hay que ver todos los peritajes ya se hicieron y ya está el expediente en manos de la Fiscalía General y no vamos a permitir ninguna injerencia, tentación de querer proteger a los responsables”, advirtió en su conferencia matutina.

Este lunes también, Vidulfo Rosales destacó que la autoridad de Guerrero no se mueve de su posición y versión. Y que queda en manos de la Normal llevar la denuncia.

“Ya la Normal verá cuál va a ser la ruta política y de exigencia que va a tener. Los secretarios (de Gobernación y de Seguridad en Guerrero) avalaron una situación irregular, desde nuestro punto de vista, debieran enfrentar una investigación. Pero corresponde a la Normal las exigencias. Yo por ahora veo muchas irregularidades”, indicó en su entrevista con la radio.

Desde el pasado 9 de marzo, la Fiscalía General de la República (FGR) informó que se hará cargo de la investigación sobre la muerte del normalista Yanqui Kothan, de solo 23 años, a manos de la policía.

Los hechos de la muerte del estudiante ocurren mientras hay tensión entre el Gobierno de López Obrador y los normalistas de Ayotzinapa. El próximo mes de septiembre, se cumplirán 10 años de la desaparición forzada de 43 estudiantes, uno de los casos de violación de los derechos humanos más fuertes y recientes en México.