Todo dictamen se elaborará con perspectiva de género y estará debidamente fundado y motivado mediante una exposición clara y precisa
En el marco internacional del día de la no violencia hacia la mujer, el diputado Eduardo Van Wormer Castro, presentó un proyecto de decreto, para que el Congreso, legisladoras y legisladores a la hora de analizar y dictaminar los asuntos que se turnen sean valorados con perspectiva de género, y sobre todo haya sensibilización hacia el tema de la no violencia hacia la a mujer y la igualdad de género.
En ese contexto, todo dictamen se elaborará con perspectiva de género y estará debidamente fundado y motivado mediante una exposición clara y precisa; deberá incluir las modificaciones que en su caso se hayan realizado y concluir sometiendo a la consideración del Congreso, el proyecto de ley, decreto o punto de acuerdo, según corresponda.
La incorporación de la perspectiva de género en el proceso de dictamen de los asuntos que son turnados a comisiones, no se traducen en resolutivos o leyes especiales para mujeres y hombres, por el contrario, introduce esta perspectiva para garantizar el principio de igualdad y no discriminación, y traducen los compromisos nacionales e internacionales contraídos en esta materia, para lograr una sociedad armónica e incluyente.
Así mismo, las Comisiones que creyeren pertinente proponer algo al Congreso podrán también ampliar su dictamen a materias relacionadas, aun cuando no sea objeto expreso de la iniciativa.
Durante su exposición en tribuna, Van Wormer Castro explicó que frente a una nueva Ley Orgánica del Poder Legislativo publicada en el Boletín Oficial del Gobierno del Estado número 39, con fecha 30 de septiembre de este año, se hace necesario visibilizar y corresponder a los compromisos internacionales que nuestro país ha adquirido con la Agenda 2030 en materia legislativa, que permitan impulsar transformaciones profundas en la erradicación disposiciones discriminatorias contenidas en las leyes y normas, mediante la revisión y análisis que se hacen de los asuntos, reconociendo las desigualdades para convertirlas en catalizadores hacia la igualdad sustantiva; garantizar la igualdad jurídica o “de jure” entre mujeres y hombres, que implica no solo el reconocimiento constitucional, sino que nos exige ampliarlo a la esfera de las leyes secundarias y reglamentarias desde nuestro ámbito parlamentario.